Nada para alarmarse, pero sí para hacerse a la idea. Según una experta en el tema, el calentamiento global ya es básicamente irreversible. Los gases que causan el efecto invernadero, calentando la atmósfera de la Tierra, pueden dejar de ser emitidos. En el caso de los óxidos de nitrógeno y del metano, si bajáramos la producción pronto se disiparían y su efecto desaparecería en un tiempo razonable, pero el principal gas de invernadero, el dióxido de carbono, no funciona así.
Suponiendo que dejáramos de emitir dióxido de carbono a la atmósfera, o que neutralizáramos las emisiones extra de alguna forma (no podemos hacer ninguna de esas dos cosas, ni de cerca), se creía que el clima volvería a la normalidad en 100 o 200 años, pero esta científica dice que estamos hablando de un período de mil años, por lo menos. Es que el dióxido de carbono no está simplemente en el aire, sino que también se ha venido disolviendo en el océano. Pero el agua de los océanos ya está saturada de CO2 y también ha venido absorbiendo mucho calor. Todo ese exceso va a ser liberado a la atmósfera aunque no emitamos más gases de invernadero, y va a seguir calentando el aire por muchos siglos. (Para peor, el agua caliente disuelve menos los gases: cuando más calor haga, más CO2 disuelto va a liberarse.)
Por supuesto, este diagnóstico no es para dejar todo y dar por perdido el planeta. Vamos a tener que aprender a vivir con un clima jodido, y darnos cuenta de que el error que cometimos no se va a arreglar en nuestras vidas, pero también ser conscientes de que, partiendo de estos problemas inevitables, podríamos empeorar las cosas mucho más todavía.
martes, 27 de enero de 2009
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