Available in English: The Port's Market and the Breakwater
Segundo día en Montevideo... Nos trazamos un plan para explorar la costanera y las atracciones de la Ciudad Vieja, que era el sector de la ciudad que más teníamos a mano. Primero nos fuimos caminando hasta la Rambla 25 de Agosto, donde nos recibieron algunos edificios imponentes pero sobre todo muchos contenedores y otras vistas poco turísticas.
Llegamos así al Mercado del Puerto, donde hay un montón de barcitos, restaurantes y comedorcitos dentro de unos inmensos depósitos antiguos, de interior fresco y oscuro, con claraboyas en lo alto para dejar entrar algo de sol. Fascinante, aunque caro (en Uruguay todo es caro para los argentinos, y si se trata de comer bien, pescado o mariscos o un asado, más todavía). No nos detuvimos mucho. El Mercado del Puerto está rodeado de negocios que ofrecen arte y artesanías, todo ello muy pintoresco, con un aire más ciudadano (y más afín a mis gustos) que el de Colonia.

Avistamos algunas aves, unos bichitos escurridizos entre las piedras perpetuamente húmedas, y cangrejitos embarrados. Los pescadores parecían estar en su asunto más por diversión que por otra cosa, a juzgar por las escasas y diminutas presas que los vi sacar.
Fue un paseo estimulante para comenzar a ver Montevideo, pero el calor ya era terrible, así que nos recluimos en el hostel. La tarde y la noche nos esperaban con la promesa de presenciar una ceremonia religiosa distinta a todo lo que conocíamos: la fiesta de Iemanjá.
Continuará...
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