Con Marisa comimos unos sabrosos yakitori este viernes a la noche (ella rebanó, yo ensarté), con verdadera salsa yakitori venida de Japón (con escalas) y que nos regaló un amigo sabedor de nuestras inquietudes culinarias. Yakitori significaría literalmente "ave cocinada" si uno le busca la etimología, pero en japonés yaki más lo que sea significa que comés lo que sigue y que no está crudo, sin más detalles (algunos dirían que el detalle de no estar crudo es el más importante).Al que ose decir que el yakitori no es más que brochettes, lo desafío a mostrar la diferencia enviándome ejemplos de ambos platos, bien presentados, a la dirección que les daré.
El sábado por la tarde nos llevamos unas empanadas y fuimos de picnic al Parque de las Colectividades, junto al río. Estaba soleado y hacía calor, por los azares del clima. Estamos en julio, pleno invierno meridional, y hace unas pocas semanas hubo días en que la temperatura no subía de 10 °C al mediodía, pero ayer hizo primavera. Por el vientito había gente en buzo, con un pulóver liviano, pero también unos cuantos tomando sol, en diversos grados de semidesnudez.
Después continuamos hacia el sur unas cuadras más, llegamos al Parque España, subimos, bajamos y nos metimos en el Centro Cultural para ver Tipos Latinos, que al contrario de lo que pueda sonar no es un desfile de modelos portorriqueños norteamericanizados, sino una muestra de tipografías de autores de diversos países.
Personalmente me gustan mucho las variaciones que el alfabeto latino y sus derivados permiten. Hoy en día, en que tanto contenido se distribuye por la Web, es una lástima que todavía no se hayan encontrado formas sencillas y a prueba de tontos (o de navegadores bobos) de poner online un texto con una tipografía personal, significativa, en vez de tener que contentarnos con un subconjunto mediocre de lo que proveen por defecto los sistemas operativos dominantes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario