El 9 de julio, además de ser el Día de la Independencia de Argentina, es la fecha en que todos los años se realiza el Megaencuentro Nacional Multimarca de Automóviles y Motos. Habiéndolo visto en la agenda de la Municipalidad de Rosario, y avisados por Guille de que él iba a ir también, fuimos con Marisa (mi novia) a ver de qué pintaba la cosa y a sacar fotos.
A Marisa y a mí nos encantan los autos clásicos y los edificios antiguos, cosa lógica ya que tanto los autos como los edificios que se hacen ahora son chatos, aburridos, aerodinámicos y en general faltos de encanto. Entiendo que los edificios hay que hacerlos bien recortados y funcionales para que no los tumbe un huracán o tornado de ésos que el calentamiento global está trayendo cada vez más frecuentemente hasta nuestras antes pacíficas latitudes, pero hacer un auto en forma de bala para que después circule por la ciudad a una velocidad promedio de 15 km/h es un poco ridículo. Y aun en el caso de los edificios, es imperdonable no sacrificar un poco de pureza de líneas por un pico, unas volutas, una pequeña gárgola. En fin.
Paso a las fotos: un Citroën con fileteado y mascota con sponsor, un Señor Auto Negro del año treinta, un graciocísimo pero portátil Messerschmitt KR200 del '59, un Chevy (creo) con foto y dedicatoria de "Patita", otro Señor Auto (azul), un Chevrolet más jovencito con patente de Florida, y un Fiat Abarth.
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