Así se llega a un titular como Los genes también se 'relajan', aparecido en el diario español El Mundo hace una semana. El artículo refleja los hallazgos de un estudio realizado por el Benson-Henry Institute for Mind/Body Medicine, es decir "Instituto Benson-Henry para la Medicina del Cuerpo y la Mente", o quizá mejor "Medicina Corporal/Mental". Este nombre ya fue suficiente para que se me pararan las antenitas de detección de pelotudez New Age.
Pero estoy recorriendo el camino en sentido inverso, porque en realidad no comencé por ahí. El titular realmente estúpido que llamó mi atención apareció en un sitio de noticias cristiano evangélico, Protestante Digital, que tomó el artículo de El Mundo como fuente (aunque sin molestarse en vincularlo). Y el título era... prepárense para esto... Un estudio señala que el estado del alma puede producir cambios genéticos. ¡El horror!
Los genes de un individuo no cambian. Excepto por
* Corrijo la versión anterior de este párrafo en base a la prudente observación de DrGEN. Hay agentes químicos y físicos que pueden ocasionar mutaciones accidentales, muchas veces sin que nos demos cuenta.
El estudio en cuestión, por supuesto, no dice esta increíble idiotez sobre almas ni genes relajados ni nada parecido, sino que, por lo que pude entender, revela que la "respuesta de relajación" provocada por la meditación, el yoga, el tai chi, ciertas formas de oración, etc., puede influir en la expresión de los genes, es decir, regular sutilmente el proceso por el que las proteínas que regulan todo el funcionamiento del cuerpo son sintetizadas por los genes. Esta respuesta de relajación ya se conocía hace tiempo, y es de conocimiento público hoy en día que disminuir el estrés ayuda a combatir ciertas enfermedades, a bajar la presión sanguínea, etc. Este nuevo hallazgo daría una explicación posible, aunque hay que notar que la cantidad de personas estudiadas fue relativamente pequeña. En un sitio del gobierno estadounidense hay una explicación mejor, bajo el título Meditation, Yoga Might Switch Off Stress Genes.
Hay que tener cuidado con creerse lo que uno lee por ahí, por más que venga avalado por un instituto lleno de eminencias médicas, pero este caso parece ser bastante legítimo. El problema es que el "periodista", que realmente sabe muy poco de casi todo, trata de entender y no entiende, pero cree que entendió y mete la pata. Y después, Internet actúa como el circuito de un inmenso "juego del teléfono descompuesto" como el que jugábamos de chicos... salvo que no es gracioso.
Pablo:
ResponderBorrarNo hace falta un "espantoso accidente" o la terapia génica para que los genes cambien. De hecho se producen cambios continuamente. La maquinaria de copia del ADN es bastante buena... pero deja lugar a errores de copias.
Son estos errores, estos cambios, los que permiten y son base de la evolución.
Hay muchos otros mecanismos de cambios de genes: mutaciones por mutágenos externos (radiaciones), mutágenos internos (drogas) o mutágenos biológicos (virus).
De hecho, una prueba totalmente válida y simple lo constituye el cáncer: es una línea celular mutada.
Saludos,
Lisandro
Perdón, eso es completamente cierto y me dejé llevar por la retórica. :) Lo de "espantoso" está demás.
ResponderBorrarEn todo caso tengo entendido que estas mutaciones sean significativas y visibles (sin un análisis de ADN) tienen que ser accidentes importantes en términos de cambios genéticos. No tan importantes como para hacer inviables las células, pero tampoco tan discretas como para ser "cubiertas" por las copias redundantes del mismo gen que podemos tener.
Lo del cáncer no lo había pensado así. Si es verdad que el estrés puede alterar los mecanismos de las células, entonces también puede indirectamente ayudar a producir un cáncer.
Nuevo titular: "La mala onda causa cáncer!!".
Pablo -
ResponderBorrarIf bad thoughts could cause disease, shouldn't you be dead already? :-) Ah, but they must be counteracted by the readers of your Alerta Religión blog, who're praying for you!
Next time you start feeling sick, tell your readers that they aren't praying hard enough! It's surely their fault if you get worse.
¡Salud!,
John